¿Por qué es bueno cantarles a los bebés?

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¿Por qué es bueno cantarles a los bebés?

La voz cantada como herramienta de regulación, vínculo y desarrollo.

Por qué es bueno cantarles a los bebés

Muchas personas empiezan a cantar a sus bebés de forma casi instintiva. De hecho, es una práctica que se da en la mayor parte de las culturas y parece ser que así ha sido históricamente. A priori podemos pensar que se trata de una muestra de cariño o que es una práctica que calma al bebé.

Sin embargo, se han realizado diversos estudios que han demostrado resultados realmente interesantes. Parece ser que el canto no es solo una forma de entretenimiento, sino que aporta beneficios tanto a las criaturas como a los adultos que cantan. En este artículo exponemos estos beneficios, asi cómo también hablamos sobre el impacto que tiene en el vínculo. Por último, mencionamos estrategias útiles para empezar a cantar.

El poder que reside en la voz

Alrededor de la semana 24 de gestación, un bebé ya tiene la capacidad auditiva suficientemente desarrollada como para poder responder a ciertos estímulos fuertes. Unas semanas después, ya pueden reconocer la voz de la madre e incluso la del otro progenitor/a.

La voz humana se caracteriza por tener cierto ritmo y ser modulada por las emociones. Cuando cantamos, esto se intensifica. Especialmente en el canto dirigido al bebé (conocido en inglés como infant-directed singing) el tono se vuelve todavía más agudo, el tempo es más lento y la expresividad emocional también aumenta.

Un estudio realizado en 2023 observó que los bebés responden de forma más positiva al canto que les dirigen que a la música grabada o la voz hablada. Esto sugiere que existe una sensibilidad innata en los bebés hacia este tipo de estímulos vocales y esto permite que capte su atención.

De esta forma, cantar a los bebés se convierte en una experiencia comunicativa. Muchas personas lo hacen de forma intuitiva mediante manas, juegos de palmas o canciones que se inventan al momento. Parece ser que esta práctica responde a la necesidad humana de conectar y comunicarse con el bebé.

Beneficios para el bebé

Un estudio publicado recientemente se apoyó en la tecnología para poder estudiar cómo la música influye en el estado emocional de los bebés en tiempo real mientras estaban en sus propios entornos cotidianos.

Los hallazgos fueron claros: el enriquecimiento musical del ambiente (pero especialmente el canto dirigido al bebé) tiene un impacto positivo en el estado de ánimo de la criatura promoviendo las emociones agradables y reduciendo el malestar. Disminuye el llanto, se estabiliza la respuesta fisiológica y se calman. Estos resultados podrían influir en el desarrollo emocional posterior.

Además de fomentar una mejor regulación emocional, observaron que el canto dirigido potencian el desarrollo del lenguaje puesto que facilitan el reconocimiento de patrones fonéticos y lingüísticos. Esto se traduce también en estimulación cognitiva y sensorial promoviendo las conexiones neuronales que tan necesarias son en los primeros años de vida para un desarrollo óptimo.

Por último, cuando los cuidadores cantan al bebé, este presta una mayor atención y se da una mayor interacción social. Además de escuchar y procesar la información auditiva y visual, el bebé responde con miradas, sonidos y gestos que fomentan el desarrollo de sus habilidades comunicativas.

Beneficios para la persona que canta

Aunque inicialmente puede parecer que el canto dirigido sólo aporta beneficios al bebé, los últimos estudios científicos han demostrado que esto no es así. Las personas que cantan también se benefician de esta práctica de diversas formas.

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Por un lado, se ha observado una disminución del estrés y las respuestas fisiológicas que este genera, así como también se ha identificado una mejora del estado de ánimo en los adultos. Cantar es una herramienta que permite a los adultos expresar sus emociones e incluso convertirse en un momento de pausa consciente dentro de la intensidad de la crianza.

Por si esto fuera poco, los estudios sugieren que el canto dirigido incrementa la sensibilidad parental, refuerza el sentido de competencia parental y, al mismo tiempo, fortalece la autoestima. Además, una investigación publicada en 2017 encontró que cantar a los bebés se asocia con menores síntomas de depresión posparto y un mejor bienestar emocional y psicológico en las madres.

Fortalecimiento del vínculo

Tal y como hemos visto hasta el momento, el canto no es solo una práctica que calme a los bebés y les ayude a fortalecer ciertas áreas de su desarrollo (como el lenguaje). El canto dirigido es una especie de puente afectivo que permite que criaturas y cuidadores conecten y se vaya creando la base segura que se requiere para el establecimiento del apego.

El estudio publicado en 2023 previamente mencionado sugiere que el canto dirigido es una de los estímulos auditivos más efectivos para que se da la co-regulación emocional. El adulto adapta el canto al bebé y este responde. En este diálogo no hablado se fortalece el vínculo puesto que se construye la base relacional con confianza, seguridad, protección y cercanía.

El canto como herramienta en la crianza

Las diversas investigaciones realizadas han puesto sobre la mesa los múltiples beneficios que tiene el canto dirigido tanto para bebés como para las personas que cantan. Además de todo lo expuesto anteriormente, puede ser un gran aliado en la crianza.

Cantar a los bebés puede ser útil para establecer rutinas (cantar para ir a dormir, para lavarse los dientes, para despertarse o lavarse las manos antes de comer, por ejemplo), estimular el juego y el movimiento. Asimismo, pueden ayudar a calmar el llanto y disminuir el malestar en determinadas ocasiones.

¿Qué se necesita para empezar?

El estudio publicado en 2025 nos recuerda que los momentos de enriquecimiento musical no necesitan ser demasiado estructurados ni largos. Lo importante realmente no es si se nos da bien o no cantar, sino la intención de mostrar afecto, conectar y estar presentes.

Puede ser útil escoger canciones simples, sencillas y repetitivas. Además, es interesante incorporar el nombre de la criatura, mantener el contacto visual y acompañar la canción de contacto físico afectivo (mecer, acariciar suavemente, etc.). Observando al bebé sabremos si le gusta o si es mejor probar con otra canción que le llame más la atención.

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