Recientemente, el concepto de swag gap o brecha de estilo se ha ido extendiendo y abriendo paso en el lenguaje actual de las relaciones y la psicología. Y es que cada vez son más las parejas “disparejas”, que deciden compartir sus vidas, pero no su visión de la moda y su estilo.

¿Qué es el Swag gap?

Este concepto que se ha hecho tan viral en los últimos tiempos, se refiere a una pareja en la que uno de los miembros es mucho más estiloso y más elegante que el otro, además de considerarse más carismático. Esta diferencia es la que crea el swag gap o la brecha de estilo.

¿Cómo podría explicarse desde el punto de vista de la psicología?

Un estudio de 2013, elaborado por la psicóloga social y profesora de Comportamiento Organizacional, Vanessa Bohns y otros colegas, sugiere que la diferencia de objetivos en una pareja puede complementarse y ser beneficioso.

Mientras que un segundo estudio, concluyó que las relaciones más felices eran las que combinaban diferentes enfoques, siempre y cuando haya entre ellos unión y trabajo en equipo.

¿Cuáles pueden ser los beneficios?

1. El swag gap tiene el potencial de enriquecer la relación al ofrecer una variedad de estilos y enfoques. Por ejemplo, alguien con un estilo más distendido puede equilibrar a una pareja más ambiciosa, estableciendo una dinámica de complementariedad que propicia el desarrollo recíproco.
2. Las discrepancias en términos de personalidad y estilo pueden estimular a cada integrante de la pareja a evolucionar y progresar. El contraste podría motivar a una persona a alejarse de su zona de confort, lo cual ayudaría al crecimiento personal dentro de la relación.
3. Aceptar y apreciar las diferencias en personalidad y estilo podría conducir a una mayor autenticidad en la relación. Si ambos miembros se sienten aceptados tal y como son, sin la necesidad de adaptarse a expectativas externas, se refuerza la conexión emocional y la satisfacción de cada uno.