La afirmación de Ryan Roslansky (CEO de LinkdIn), no es simplemente una opinión, sino que es un reflejo directo de las tendencias observadas en la mayor plataforma profesional a nivel global: el valor de un título universitario prestigioso está disminuyendo.

Roslansky sostiene que “El cambio de mentalidad es probablemente lo más emocionante, porque sospecho que los mejores trabajos ya no pertenecerán a quienes tengan los títulos más prestigiosos o hayan estudiado en las mejores universidades, sino a quienes sean adaptables, con visión de futuro, dispuestos a aprender y a adoptar estas herramientas”. Esta transformación esencial, al posibilitar que las capacidades verificables definan el potencial de cada individuo, y no solo los certificados académicos, abre la cancha para millones de personas.

El auge de inteligencia artificial: Un hecho innegable

Los datos de LinkedIn, son elocuentes: en el último año, las ofertas laborales que necesitan conocimientos concretos en IA han aumentado vertiginosamente, aproximadamente un 70 %.

Los reclutadores actuales no solo buscan un diploma, sino que tratan de encontrar a los candidatos que puedan manejar y mejorar su trabajo con tecnologías emergentes. En este escenario, la alfabetización en inteligencia artificial se está transformando en una necesidad. Los expertos que sean capaces de emplear estas herramientas para incrementar su creatividad y productividad serán los más apreciados.

“La inteligencia artificial no reemplazará a los humanos, pero las personas que la adopten sustituirán a quienes no lo hagan”, sostiene el CEO de LinkdIn. La inteligencia artificial no suprime empleos, sino que cambia el modo en que se llevan a cabo.

La capacidad humana

Aunque la tecnología es prioritaria, el elemento humano sigue siendo lo que marca la diferencia. Roslansky afirma que las competencias blandas, es decir, aquellas que la inteligencia artificial no puede reproducir, se convertirán en el “arma secreta” de los profesionales triunfadores.

Competencias como la comunicación efectiva, la empatía y la habilidad para relacionarse continuarán siendo fundamentales para alcanzar el éxito. La habilidad de negociar, dirigir grupos y encontrar soluciones creativas a problemas complejos en un ambiente automatizado garantizarán el valor insustituible del elemento humano.